Acerca de Jacinto Vaello

Economista, colaborador del Banco Mundial, del Banco Europeo de Inversiones y de consultoras internacionales. Nacido en Santiago de Chile. Hijo de republicanos exiliados. Retornado a España gracias a otro general golpista. Economista por convicción y crítico por educación, o al revés. Intentando pensar para dejar atrás las decepciones.

Latinoamérica no es referencia

Historias con escaso paralelismo

Últimamente, a raíz de elecciones ocurridas en países latinoamericanos, se ha hecho costumbre utilizarlas como referencias para encauzar y dar un sentido específico a análisis de la política en Europa. El esquema es muy simple: si se trata de avances de la derecha se alude a Milei; si se trata de la izquierda, el referente reciente es Scheinbaum. 

Es decir, la actualidad política argentina nos situaría en la órbita de los avances de la extrema derecha europea, y las recientes elecciones presidenciales mexicanas estarían marcando el rumbo de la izquierda. Y todo ello sin la menor alusión a los respectivos contextos históricos ni a las respectivas trayectorias políticas que han desembocado en las situaciones aludidas.

Conociendo el panorama general de la cultura política española en relación con Latinoamérica, la verdad es que estas tentaciones no resultan sorprendentes. Pero, al margen de la hiper simplificación de los análisis trazados, la cuestión crítica reside en que tanto la Argentina como México tienen unas historias políticas que no discurren en absoluto por los mismos derroteros que las de los países europeos implicados en estas reflexiones, en particular España (ni sus respectivas historias son ‘paralelas’).

Puede que quepan múltiples matices, pero es evidente que el Estado mexicano es un estado fallido. Sobre todo, porque existe una violencia endémica, practicada principalmente por las bandas de los narcos, ante la cual el aparato militar y policial del estado es incapaz de intervenir, de manera que la población civil se encuentra ante la más completa desprotección salvo que pague la protección otorgada por los narcos que controlan los diferentes territorios.

En este ambiente, está por ver qué puede hacer un gobierno de izquierda. Por lo pronto, el PRI nunca resolvió esta cuestión, y su “disidente de izquierda”, AMLO, solo ha sido espectador de un proceso rápidamente agudizado. A poco de las elecciones, nuevas acciones de los narcos, ahora en Chiapas, con la ausencia de las fuerzas del estado y la huida masiva de la población.

Y, en el caso de la Argentina, ¿de verdad se quiere explicar lo sucedido con Milei como un exabrupto ultraderechista inscrito en una tendencia planetaria? Los “exabruptos” (entendidos como disrupciones históricas que abonan el terreno al populismo y a las dictaduras militares) forman parte de la historia política argentina de gran parte del siglo XX y de lo que llevamos del XXI. Simplificando, está por ver que exista en Europa, y concretamente en España, un líder ultraderechista que dialogue con su perro muerto. Y una pregunta insidiosa: ¿por qué hay tanto psicólogo y tanto psiquiatra en la Argentina?

En serio, hay que evitar el abaratamiento de las columnas políticas que tratan fenómenos hoy extendidos en Europa mediante el truco de poner en el texto el nombre de un país latinoamericano, que vendría a ser el ejemplo perfecto para legitimar el contexto de la información difundida y el análisis que se está escribiendo.                 

No hay sorpresa

Uso arbitrario de la demoscopia

El mismo día se encuentra uno con estas informaciones un tanto divergentes:

En un medio online:

El PP se distancia y aventaja en casi siete puntos al PSOE

En otro medio online:

El PP agota el impulso de la amnistía y su ventaja sobre el PSOE cae por debajo de los cuatro puntos”.

¿Cómo se puede conseguir tanta disparidad en un momento determinado?

La respuesta parece inevitable: se trata de parir titulares con tirada comercial utilizando cualquier recurso. El más fecundo en tiempos recientes es la manipulación demoscópica.

No estaría de más discurrir y poner en práctica una normativa reguladora para reducir el margen de discrecionalidad en este campo, de forma que exista una relación temporal y causal entre demoscopia y participación ciudadana. En otras palabras, si no hay elecciones en un plazo (que se determina en la normativa), solo cabe la demoscopia sociológica, no la electoral con sus habituales bailes de porcentajes y escaños por partidos. Y, naturalmente, cada operación de esta índole tiene que ir acompañada de la publicación del diseño muestral, el tamaño de la muestra y las preguntas que se formulan. De paso, haciendo explícitos algunos datos que raramente se muestran: el porcentaje de respuestas válidas en el momento de realizar la encuesta, que nunca es del 100%, el porcentaje de respuestas NS/NC y el porcentaje declarado de abstención.

Seguramente evitaríamos así las polémicas inútiles acerca de si se manipula o no una encuesta, porque cualquier juego aritmético a posteriori estaría condicionado por los datos básicos del trabajo efectuado. Por mucha “cocina” que se aplique.

Visión sesgada

Propaganda geopolítica

En lemonde.fr leo el siguiente titular: “Guerre en Ukraine : la russification et l’endoctrinement des écoliers dans les zones occupées” (“Guerra en Ucrania: la rusificación y el adoctrinamiento de los escolares en las zonas ocupadas”).

Esto, si se tiene en cuenta la historia de esas zonas, conduce a la sencilla conclusión de que estamos ante otro ejemplo de una propaganda que apela constantemente a la tergiversación y a la manipulación. Cosa bastante simple de contrastar.

Las “zonas ocupadas” de Ucrania, en el este y el sur, están habitadas por población rusa y población rusófila (ruso hablantes todos), y lo estaban en el momento de las elecciones ganadas por los pro rusos, también cuando se produjo el golpe del Maidan y luego cuando se inició la invasión rusa.

En 2012, tuvieron lugar elecciones legislativas (el Maidán fue desencadenado en 2014), cuyos resultados fueron muy ilustrativos: el Partido de las Regiones obtuvo el 30% del voto. Era un partido político de carácter centrista​ y ruso hablante. Hegemónico en el este y el sur de Ucrania (incluida Crimea). En 2023 fue prohibido por el régimen.

En esas mismas elecciones, el partido Svoboda obtuvo el 10,45%. La Unión Panucraniana «Svoboda» es un partido político situado entre la derecha y la extrema derecha. Sus votantes son más importantes en proporción en el oeste de Ucrania., fronterizo con países como Polonia, entre otros.

Por su parte, la Unión de todos los ucranianos, con sede en Kiev y dirigida por Yulia Timoshenko, obtuvo el 25,55% de los votos.

En suma, el partido más próximo a la población rusa del este y el sur de Ucrania ganó las elecciones. De ahí vino la presidencia de Viktor Yanukovich, acusado de rusófilo y derribado por el golpe del Maidán.

En este contexto, dos observaciones son necesarias para situarse en la verdadera dimensión de la conflagración actual: primera, que un gobierno sustentado en un triunfo electoral es derribado por un golpe con participación de organizaciones nazis y con el respaldo activo de Alemania; segunda, que las regiones ocupadas por los rusos hace siglos que están mayoritariamente habitadas por rusos y ruso hablantes.

Sin que esto justifique automáticamente la agresión rusa, lo cierto es que la situación presenta muchos más matices de los que aparecen día tras día en la campaña anti rusa de los EEUU, la UE y la gran mayoría de los medios de información “occidentales”. Y, desde luego, que cabe desconfiar enteramente de la afirmación de que las “zonas ocupadas” están sometidas a un proceso de adoctrinamiento y “rusificación”: de hecho, fueron “rusificadas” hace muchos años.  

Madrid de derechas

Hay quien dice que no

Esto escribe hoy, 18 de junio de 2024, en eldiario.es, José María Izquierdo:

“Es imposible tirar para adelante con Madrid y Andalucía no ya en manos de la derecha: es que la izquierda ha sido barrida en ambas Comunidades. A quien intente defenderse con la flagrante mentira de la idiosincrasia derechista de los madrileños, tendremos que recordarles que en junio de 2015 Manuela Carmena asumía la alcaldía de Madrid. Hace nada. Y aún ha pasado menos tiempo, en 2019, en las elecciones a la Asamblea de Madrid, el socialista Ángel Gabilondo logró cerca de 170.000 votos más que la reina del vermú, la desfachatada Isabel Díaz Ayuso.” 

Toda una pérdida de la perspectiva histórica. Manuela Carmena pudo ser alcaldesa durante un cuatrienio en un período de más de treinta años. Y Gabilondo no sólo no pudo gobernar, es que la derecha gobierna la Comunidad de Madrid ininterrumpidamente desde 1995, casi treinta años. Entonces, ¿en qué consiste la “flagrante mentira” de la idiosincrasia derechista de los madrileños?

Algo debe haber por ahí, según indican estos sencillos números. Sin olvidar que Ayuso ha repetido su triunfo electoral y gobierna con mayoría absoluta.

Negar ciertas evidencias no sirve para nada. Sólo permite esquivar un análisis sociológico y político pausado del que seguramente se podría extraer alguna enseñanza. Y, ¡ojo!, que municipios madrileños históricamente decantados a la izquierda son gobernados actualmente por la derecha (PP o PP+VOX).

Es más, el autor inscribe en su reflexión a las comunidades de Madrid y Andalucía, y conviene recordar que el PSOE gobernó la comunidad andaluza durante cuarenta y un años ininterrumpidos, entre 1978 y 2019. Más tiempo del que lleva dominando la derecha en Madrid.

Insisto: habría que hacer un esfuerzo por comprender estas trayectorias sin limitarse a descalificar la idea de “la idiosincrasia derechista de los madrileños”.

Visión estrábica

A un lado bien y al otro mal

Editorial de lavanguardia.com del 20 de junio de 2024:

“Moscú y Pyongyang, alianza inquietante”.

“Pyongyang arma a Rusia con fines definidos (alimentar la munición bélica en Ucrania). Habrá que ver el efecto de las contrapartidas militares que Moscú brindará al régimen de Corea del Norte.”

Puede que sea inquietante, pero para alguien que vive en un país de la UE es mucho más inquietante la alianza DESIGUAL entre los EEUU y la UE. Por cierto, se puede aplicar la afirmación anterior a estas relaciones tan solo cambiando las denominaciones de los países.

El mismo medio incluye (en esa fecha) una columna titulada “Putin sella una alianza estratégica con el estado paria de Kim Jong Un”.

En la relación EEUU-UE no cabe la menor duda de quien es el paria.

No son tontos

Tampoco nosotros

Desde el primer minuto resultaba evidente que había trampa: imposible pensar que los servicios israelíes no eran capaces de seguir la pista a operaciones de Hamás. Ahora van apareciendo en los medios las referencias concretas a esta cuestión:

“La inteligencia israelí conocía «con alto grado de precisión» los planes de Hamás antes del 7 de octubre”. “Un informe publicado tres semanas antes del ataque de Hamás alertaba de los movimientos de la organización islamista.”

“Denuncian que las Fuerzas de Defensa de Israel conocían el plan de Hamas de secuestrar a 250 personas antes de la masacre del 7 de octubre en Gaza”. “El documento, recopilado por la División de las IDF especializada en la Franja, esbozaba las intenciones del grupo terrorista y era conocido por altos cargos de los servicios de inteligencia, según afirmó Kan News, la emisora pública israelí. “El documento se distribuyó el 19 de septiembre de 2023 y describía minuciosamente una serie de ejercicios llevados a cabo por las unidades de élite de la organización terrorista”.

A partir de la idea enunciada – una obviedad – surgía la cuestión primordial, que era la pregunta acerca de las razones para no dar cuenta de la información y anticiparse a la estrategia de Hamás.

Solamente podía haber una razón: el silencio para dejar paso al ataque de Hamás interesaba al régimen israelí, con Netanyahu a la cabeza. Iba a ser su gran coartada para atacar Gaza y dejar a los palestinos sin la menor opción para un estado propio.

El modelo nórdico

Suecia como símbolo

Algunos medios muestran sorpresa ante esto (en eldiario.es, el 19 de junio de 2024)

“Cómo el partido de ultraderecha de Suecia está poniendo en peligro el modelo nórdico”.

“De granjas de trolls a racismo y discursos de odio, las tácticas de intimidación de los ultranacionalistas contra la prensa están teniendo un efecto sobre la ciudadanía”.

Si alguna vez los medios hubieran escarbado tras el telón infinito de ditirambos sobre el “modelo sueco”, habrían conseguido enterarse de eventos históricos que no son simples minucias. Por ejemplo, el amplio y reconocido (con la boca muy pequeña) apoyo o, al menos, la manifiesta simpatía de buena parte de la población sueca hacia el nazismo alemán antes y durante la segunda guerra mundial.

Reconocido esto – algo que no es difícil investigar, aunque sin duda hay que ‘escarbar’ – resulta menos o muy poco sorprendente eso de “el partido de ultraderecha” que pone “en peligro el modelo nórdico”. Por cierto, la expresión “modelo nórdico” retoma la idealización interesada de una estrategia política compartida vendible a los simpatizantes de la socialdemocracia europea. Porque “nórdico” engloba a países con trayectorias históricas y realidades sociales disímiles, desde la Finlandia semi asiática hasta la Dinamarca medio germánica; en medio, una Noruega que margina a su población lapona y una Suecia con esos antecedentes filo nazis.  

La conclusión principal es la de siempre: los medios deberían trabajar, aunque fuera un poquito, los temas en los que se meten. Y, desde luego, dejar de repetir frases hechas y conceptos manipulados por quienes tienen interés en extender este modelo socioeconómico.

Perplejidad

Francia en el sumidero

Según Macron, el Nuevo Frente Popular (NFP), no es más que una «alianza indecente» con «la extrema izquierda culpable de antisemitismo».

Los aludidos, por su parte, se descuelgan con un Programa del Nuevo Frente Popular, expuesto en junio de 2024, ya en plena campaña. Y en él se puede comprobar, según el articulista, que “ya ha eliminado cualquier ambigüedad, si es que la había, sobre el compromiso firme y claro de los socios contra el antisemitismo: «Hay que combatir a todos los que propagan el odio a los judíos».” 

Todo esto lo recoge Edwy Plenel, de Mediapart, en una columna publicada por infolibre.es, el 18 de junio de 2024, bajo el título “Frente Popular: Léon Blum contra Emmanuel Macron”.

 Y luego escribe:

“Unidad de acción, acción popular, eso es lo que hizo que el Frente Popular entrara a formar parte de nuestra mitología política, a pesar de sus limitaciones, de la tragedia de su no intervención junto a los republicanos españoles y de su fracaso final tras la salida de Blum del gobierno. 

Ojo: esa Francia del Frente Popular de 1934 combatió el antisemitismo, pero dejó caer a la República española y, por su propio fracaso, abonó el terreno al colaboracionismo francés con los invasores nazis.

Todo un discurso incomprensible para un español, por muy bien informado que esté. Más de la mitad del texto apunta a que la lucha contra el antisemitismo coincide con la lucha contra la extrema derecha.

Ni más ni menos. Y en medio de esta atmósfera oxidada, si usted tiene la ocurrencia de portar una bandera palestina por una calle de París, corre el serio riesgo de ser vapuleado por la policía. Es decir, cuidado con mostrarse antisemita, pero no malogre su comportamiento denunciando el genocidio en Gaza.

De paso, un comentario técnico: se alude aquí a esa policía que antes mata a un presunto terrorista que pretender obtener información acerca de su procedencia y sus objetivos.

Todo lo que se puede ir sabiendo acerca de la situación francesa actual, adornado además por manifestaciones ideológicas como la que aquí se despliega, lleva a tener la certeza de que Francia está cada día más cerca del sumidero. Es decir, más cerca de un punto en el que el retorno a una sociedad plenamente democrática y progresiva se complica hasta límites hace unos años insospechados.

En este mismo medio y el mismo día, Ruth Ferrero-Turrión escribe una columna titulada “Francia (y la UE) ante el abismo”. El “abismo” de la autora es el “sumidero” de estas líneas, con un añadido fundamental: la UE está desde hace tiempo ante el despeñadero, y si uno de sus dos socios más potentes se acerca al “abismo”, la arrastra sin contrapeso. Es importante constatar que toda esta columna de Francia ante el abismo dedica su atención a la crisis política francesa y a su repercusión en la UE sin la menor alusión al antisemitismo.

La paz como imposible

La guerra como negocio

En elpais.com, la línea editorial se salta cualquier sentido racional y cualquier espacio para abordar la realidad:

“Éxitos diplomáticos de Zelenski”. “Ucrania logra un rotundo respaldo a largo plazo para fortalecer su posición frente a las pretensiones de Putin”.

En otro medio se muestran más centrados (publico.es):

«La Cumbre de Paz para Ucrania recibe el recelo del sur global y termina sin avances para acabar la guerra”.

Esto último no es una tontería. Los países del “recelo” son once, entre ellos India, Brasil, México, Sudáfrica, Arabia Saudí, Indonesia, etc. Ni más ni menos. Y esto se suma a la ausencia de China y a la del otro contendiente, Rusia (¿conferencia de paz unifamiliar?). ¡Cómo va a haber avances en una negociación de paz en ausencia de una de las partes en conflicto!

El rotundo respaldo del que habla elpais.com es el que ya conocemos. Los chicos buenos de “Occidente”, que hacen un brillante negocio armamentístico contribuyendo a prolongar la guerra. Esta es la traducción de “rotundo respaldo a largo plazo”: cuanto más largo, tanto mejor.

Y lo de “éxitos diplomáticos de Zelenski” roza el ridículo. Hasta ahora el único éxito notable es el del obligado anonimato de los deportistas y artistas rusos y bielorrusos que circulan por el mundo, si los dejan, teniendo que ocultar sus orígenes. A eso se suma el saqueo de las reservas financieras rusas congeladas, algo así como la expresión suprema del mercantilismo a lo bruto.

¿Puede alguien imaginar el alcance de un castigo semejante a las finanzas estadounidenses en cada ocasión de una invasión, la gestación de un golpe de estado, el asesinato de un líder político ‘desagradable’, etc.? Porque la lista de estos actos por parte de los EEUU es casi interminable.

El “Summit on peace in Ukraine” ha sido un espectáculo patético, que encima ha tenido lugar en el centro mundial del gran negocio, Suiza, es decir, allí donde se reúnen todas las cualidades de la gran economía capitalista dispuesta a saquear cualquier rincón del mundo.  

Curiosamente, en infolibre.es nos informan que

“Los firmantes de la Cumbre de paz para Ucrania abogan por la inclusión de Rusia en futuras conversaciones”. «Creemos que alcanzar la paz necesita de la participación y del diálogo entre todas las partes».

Esa declaración está firmada, entre otros, por Estados Unidos, Reino Unido, la Comisión Europea, Italia, Portugal y España.

Es decir, demandan la modificación de una de las bases de la conferencia en Suiza, que es de necesidad evidente. La paz negociada en ausencia de uno de los contendientes es un absurdo integral. solo entendible como parte del gran juego de la guerra como negocio.

Pero la aportación de los medios a la confusión es indiscutible. En lavanguardia.com, el titular es claro: “El plan de paz de Zelenski y los aliados no logra atraer a las potencias del Sur Global”.

Y la entradilla se va por los cerros de Úbeda:

“La declaración final de 79 países estipula “el respeto a la integridad territorial” como base para poner fin a la guerra, pero socios de Rusia como Brasil, India o Sudáfrica no la firmaron”.

“Socios de Rusia” es una expresión desafortunada, por decir lo menos. Viene a significar que todo aquel que no apoye a “Occidente” es cómplice de los rusos. Penoso análisis, que solo puede entenderse como parte del funcionamiento de la maquinaria propagandística de “Occidente”.

 

El día D – Normandía como coartada

Escenografía para atraer la atención

El desembarco de Normandía no es la batalla más importante de la segunda guerra mundial, como a menudo dicen al acercarse un nuevo aniversario; es la mayor representación espectacular de un episodio bélico.

Como dice Peter Caddick-Adams, historiador: “El desembarco del 6 de junio de 1944 es el mayor espectáculo de la historia militar que el mundo haya conocido jamás.”

Se trataba de conseguir dos cosas, para los EEUU: mostrar su valiosa presencia en el lado “bueno” de la guerra y proponer una versión histórica diferente de la real, que en todo momento consideró que la batalla de Stalingrado fue la que puso el punto final a la trayectoria triunfal de los ejércitos de Hitler. Por cierto, casualmente Robert Capa desembarcó en Omaha Beach la madrugada del 6 de junio de 1944 y realizó el gran reportaje fotográfico de la operación: de eso se trataba, precisamente.

Esnortaos: un palabro muy certero

Biden y Macron conmemoran con Zelenski el Día D con una defensa de la democracia y de Ucrania”. “Los líderes de EE UU y de Francia mostrarán unidad ante Rusia en los actos de celebración del 80º aniversario del desembarco de Normandía”. (Título y entradilla de un artículo en elpais.com; cómo no ¿¿??)

¿Pero el día D no era un hito de la batalla contra el nazismo? Que Biden juegue este juego como parte del aire que mete en el salvavidas de los EEUU, todavía se entiende. Pero ¿a qué juega Macron, si no es a buscar un salvavidas propio para la Francia perdida en la oscuridad?

Con Francia en este estado y Alemania dedicada a la preservación del sionismo, mal camino para la Unión Europea.