La guerra como negocio
En elpais.com, la línea editorial se salta cualquier sentido racional y cualquier espacio para abordar la realidad:
“Éxitos diplomáticos de Zelenski”. “Ucrania logra un rotundo respaldo a largo plazo para fortalecer su posición frente a las pretensiones de Putin”.
En otro medio se muestran más centrados (publico.es):
Esto último no es una tontería. Los países del “recelo” son once, entre ellos India, Brasil, México, Sudáfrica, Arabia Saudí, Indonesia, etc. Ni más ni menos. Y esto se suma a la ausencia de China y a la del otro contendiente, Rusia (¿conferencia de paz unifamiliar?). ¡Cómo va a haber avances en una negociación de paz en ausencia de una de las partes en conflicto!
El rotundo respaldo del que habla elpais.com es el que ya conocemos. Los chicos buenos de “Occidente”, que hacen un brillante negocio armamentístico contribuyendo a prolongar la guerra. Esta es la traducción de “rotundo respaldo a largo plazo”: cuanto más largo, tanto mejor.
Y lo de “éxitos diplomáticos de Zelenski” roza el ridículo. Hasta ahora el único éxito notable es el del obligado anonimato de los deportistas y artistas rusos y bielorrusos que circulan por el mundo, si los dejan, teniendo que ocultar sus orígenes. A eso se suma el saqueo de las reservas financieras rusas congeladas, algo así como la expresión suprema del mercantilismo a lo bruto.
¿Puede alguien imaginar el alcance de un castigo semejante a las finanzas estadounidenses en cada ocasión de una invasión, la gestación de un golpe de estado, el asesinato de un líder político ‘desagradable’, etc.? Porque la lista de estos actos por parte de los EEUU es casi interminable.
El “Summit on peace in Ukraine” ha sido un espectáculo patético, que encima ha tenido lugar en el centro mundial del gran negocio, Suiza, es decir, allí donde se reúnen todas las cualidades de la gran economía capitalista dispuesta a saquear cualquier rincón del mundo.
Curiosamente, en infolibre.es nos informan que
“Los firmantes de la Cumbre de paz para Ucrania abogan por la inclusión de Rusia en futuras conversaciones”. «Creemos que alcanzar la paz necesita de la participación y del diálogo entre todas las partes».
Esa declaración está firmada, entre otros, por Estados Unidos, Reino Unido, la Comisión Europea, Italia, Portugal y España.
Es decir, demandan la modificación de una de las bases de la conferencia en Suiza, que es de necesidad evidente. La paz negociada en ausencia de uno de los contendientes es un absurdo integral. solo entendible como parte del gran juego de la guerra como negocio.
Pero la aportación de los medios a la confusión es indiscutible. En lavanguardia.com, el titular es claro: “El plan de paz de Zelenski y los aliados no logra atraer a las potencias del Sur Global”.
Y la entradilla se va por los cerros de Úbeda:
“La declaración final de 79 países estipula “el respeto a la integridad territorial” como base para poner fin a la guerra, pero socios de Rusia como Brasil, India o Sudáfrica no la firmaron”.
“Socios de Rusia” es una expresión desafortunada, por decir lo menos. Viene a significar que todo aquel que no apoye a “Occidente” es cómplice de los rusos. Penoso análisis, que solo puede entenderse como parte del funcionamiento de la maquinaria propagandística de “Occidente”.